Consejos para una cocina económica y sostenible con el medio ambiente

Consejos para una cocina económica y sostenible con el medio ambiente

Estamos en una época en la cual todos los conflictos, ya no solo los personales, sino los globales nos afectan de forma directa. Nuestra salud física, mental y nuestras economías domésticas se ven afectadas. Por esta razón, a día de hoy una cocina sostenible, es más importante que nunca.

Cualquier truco que podamos llevar a cabo desde casa para reducir nuestro consumo energético e impacto ambiental no solo es positivo para el entorno si no para nuestros bolsillos.

Imagen de verduras sobre mesa de cocina.

Alimentos: cuanto más cerca mejor.

Cuanto menor es la distancia entre el productor y el consumidor, menor es el consumo energético y la huella de carbono del alimento. Consumiendo producto local apoyamos la producción del área en la que vivimos y disminuimos los costes energéticos y las emisiones necesarias para transportarlo.

Por otro lado, la compra de alimentos de temporada influye directamente en nuestro bolsillo ya que suelen ser más baratos.

Hacer uso de la tecnología

Podemos minimizar el gasto energético y reducir nuestras facturas, si utilizamos los adelantos tecnológicos a nuestro favor cosa que, con la que está cayendo, no es poco. Si cocinamos por ejemplo en placas de inducción reducimos los tiempos de cocinado, ya que podemos aumentar la temperatura de nuestros platos de una forma más rápida.

El uso de ollas rápidas, express y demás familia de utensilios domésticos, reducen los tiempos de cocción con la disminución del consumo energético que ello conlleva. También es recomendable fijarse en el consumo de nuestros electrodomésticos.

No cocines solo para ti. 

El coste energético de preparar 4 raciones de lentejas es muy similar al de preparar solamente una ración. Cuando cocines haz cantidad de forma que luego puedas conservarla en el frigorífico o en el congelador. De esta forma, disminuyes mucho la cantidad de energía que necesitas, con el beneficio económico que eso conlleva, y también ahorras tiempo para ti.

Reciclar aceite usado es otra forma de ahorro y compromiso con el medio ambiente, de esta forma contribuyes a tener una cocina sostenible. Si has usado tu aceite solo para freír unos huevos ten en cuenta que puedes usarlo más veces antes de desecharlo.

Planifica tus comidas y cíñete a la lista de la compra.

Esto ayuda a ajustar el coste de la compra semanal, ya que, si llevas una lista de productos, y te ciñes a ella evitas las compras impulsivas. Compras impulsivas que muchas veces se acaban echando a perder en la nevera, convirtiéndose en desperdicios alimentarios con los costes medioambientales que conllevan lo que no contribuye para nada a una cocina sostenible.

Estos son algunos de los cambios que podemos aplicar a nuestra vida para ayudar a nuestro planeta y a nuestra economía. Compartimos un articulo anterior con ustedes sobre la economía ecológica en casa. Además de como aprovechar nuestro jardineas cultivando plantas medicinales.

Agricultura Orgánica

Agricultura Orgánica

Hay pruebas que indican que el consumo de comida orgánica puede reducir el riesgo de enfermedades alérgicas y de sobrepeso y obesidad, pero es probable que se produzca una confusión residual, ya que los consumidores de alimentos orgánicos tienden a tener estilos de vida más saludables en general.

Los experimentos con animales sugieren que el crecimiento y el desarrollo se ven afectados por el tipo de alimentación cuando se compara la alimentación de composición idéntica de la producción orgánica o convencional.

En la agricultura orgánica, el uso de plaguicidas está restringido, y los residuos en las frutas y ver- duras convencionales constituyen la principal fuente de exposición humana.

En estudios epidemiológicos se ha informado de efectos adversos de ciertos plaguicidas en el desarrollo cognitivo de los niños a los niveles actuales de exposición, pero hasta ahora estos datos no se han aplicado en las evaluaciones formales de los riesgos de cada plaguicida. La composición de los nutrientes difiere sólo mínimamente entre los cultivos orgánicos y los convencionales, con un contenido modestamente más alto de compuestos fenólicos en las frutas y hortalizas orgánicas.

Es probable que también haya un menor contenido de cadmio en los cultivos de cereales orgánicos.

Lácteos y carnes orgánicas

Los productos lácteos orgánicos, y tal vez también las carnes, tienen un mayor contenido de ácidos grasos omega-3 en comparación con los productos convencionales, aunque es probable que esta diferencia tenga una importancia nutricional marginal.

Es más preocupante el uso generalizado de antibióticos en la producción animal convencional como motor clave de la resistencia a los antibióticos en la sociedad; el uso de antibióticos es menos intensivo en la producción orgánica.

Así pues, la producción de alimentos orgánicos tiene varios beneficios documentados y potencia- les para la salud humana, y una aplicación más amplia de estos métodos de producción también en la agricultura convencional, por ejemplo, en la lucha integrada contra las plagas, beneficiaría sobre todo a la salud humana.

Desde Bosque de la Salud recomendamos profundamente consumir en su mayoría productos orgánicos, pues te ayudaran a ser mas saludable