
El Trastorno por Déficit de Naturaleza
El «Trastorno por déficit de naturaleza» (TDN) es un concepto creado en 2005 por el periodista Richard Louv en su libro «Last Child In The Woods» (El último niño en los bosques), que se convirtió en un superventas y le llevó a ofrecer multitud de conferencias y apariciones en todo tipo de medios de comunicación.
Según este autor, los seres humanos, especialmente los niños, pasamos cada vez menos tiempo al aire libre y más en espacios de interior, lo que nos estaría provocando una gran variedad de problemas de salud física y mental, en especial en el caso de los niños.

Según Louv, dada la tendencia actual de reducción de contacto con la naturaleza, los efectos serán cada vez mayores en el futuro: problemas de desórdenes de atención y depresión, hiperactividad, ansiedad, estrés, irritabilidad, peores resultados académicos, obesidad, reducción de la creatividad y desarrollo cognitivo, trastornos visuales (miopía) y respiratorios (asma), falta de vitamina D, etc.
Sin embargo, el TND no está reconocido en ningún manual médico o vademécum de psicopatologías y en epidemiologia es un concepto que apenas se usa.

El psicólogo ambiental José Antonio Corraliza asegura que; «La expresión es inadecuada en si misma, pero es un concepto potente para llamar la atención sobre ese estilo de vida infantil que genera problemas de salud, caracterizado por la falta de contario directo con la naturaleza, vinculado a las cuatro grandes patologías reconocidas por los pediatras que amenazan la salud de la infancia en el mundo desarrollado: la obesidad y el sobrepeso, los problemas respiratorios y neumónicos, el déficit de vitamina D, y el incremento del trastorno de déficit de atención por hiperactividad (tdAh); todos estos problemas se podrían afrontar mejoras: se impulsaran estilos de vida infantil basados en actividades al aire libre en contacto con la naturaleza».

De Keijzer, epidemióloga ambiental en el ISGLOBAL, cree que, aunque el término tan puede ser útil) para llamar la atención, a nivel científico es mejor hablar sobre los efectos positivos que nos genera la exposición a los espacios verdes. «Los estudios actuales se enfocan en los beneficios de la asociación entre la naturaleza y la salud, y no en los perjuicios por una falta de contacto con la misma.
Además, también es difícil definir cuánto contacto se considera una falta de exposición a la naturaleza. Las investigaciones actuales se orientan hacia la idea que el contacto con la naturaleza podría ayudarnos en problemas de salud actuales, como la tasa creciente de obesidad, problemas de salud mental y las enfermedades cardiovasculares.

Desde Bosque de la Salud te animamos a acercarte a la naturaleza lo antes posible y veras que bien te sentiras.